jueves, 24 de junio de 2010

DE TAPEO

"En el mismo folio la lista de la compra y una canción como un cupón de los ciegos, rima la soledad con el atún en aceite vegetal en oferta ¡vaya precios sin competencia!"
Extracto de la canción La lista de la compra de La Cabra Mecánica.

Acabo de llegar de dar un paseo y me he parado en la terraza de un bar de la calle principal del pueblo a refrescar el gaznate. El pedido ha resultado de lo más sencillo: una caña y un tubo de cerveza con limón y una ración de patatas bravas. Hasta aquí todo resulta bastante simple. La curiosidad, que hoy en día no sorprende a nadie, está en la típica cuenta o factura que ha ascendido a 6,30€. Yo que soy de la generación que creció y vivió durante un buen tiempo con la antigua moneda española, la peseta, tengo la costumbre de darle su antiguo valor a la nueva moneda. Por lo tanto esta sencilla cuenta me da que hemos gastado 1.050 pesetas en dos cervezas y una ración de patatas fritas cortadas a gajos con salsa picante. Aún estoy tratando de entender con que fertilizante y tierra habrán sido cultivadas esas patatas y que tipo de cebada extraordinaria habrá sido utilizada para confeccionar tan sublime cerveza. Sino es así no entiendo a que se debe semejante precio.

Durante el tiempo en que ha durado el refrigerio, y como todos sabéis las conversaciones viajan a un ritmo desorbitante de un tema a otro, hemos llegado al fatídico tema sobre el nuevo aumento del I.V.A que procederá a entrar en vigor a partir del próximo mes de julio.
Dentro de la conversación salían las diferentes posturas sobre la aplicación de esta subida: "que si sólo se aplicarán a los que más tienen, que si a los futbolistas les incrementaran más subida, que si has de cobrar más de no se cuanto al año..." y, como no, también estaban las posturas adversas que se pueden explicar con tan sencilla frase: "NO ME LO CREO".

La verdad es que mi postura, de momento me la reservaré, no estoy aquí para hacer política ni para matizar colores o ideales. Pero si me atrevo a aventurar que todo contrato tiene una letra pequeña que casi siempre pasa inadvertida al principio y luego, tarde o temprano, sale a la luz. Esa letra pequeña es la que me tiene un poco "mosca" sobre la aplicación correcta o incorrecta de esta nueva subida. Si que me atrevo a decir que espero que los sueldos pasen de ser iguales a como eran cuando teníamos la peseta y se igualen a los precios de las cosas que compramos y consumimos, ya que estas si que han cambiado y han cambiado a peor.

La próxima vez me guardaré el plato y tenedores en el bolso para llevármelos a casa, que entonces si que se aproximará lo consumido a la factura.

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