¡Pues sí! Hoy le toca el turno a Twitter. La verdad es que no puedo extenderme mucho en esta red social, o lo que sea, porque llevo escasas horas introducido en el mundo Twitter. Esto me hace sentir un poco mal porque no puedo otorgarle la caña que seguramente se merece, aunque por ello me pueda estar creando mi propia tumba por los seguidores de este nuevo invento de la red. Aunque ellos son grandes personas que podrán entender mi sentido del humor, eso espero...
Twitter es, como le gusta nombrar a su creador Jack Dorsey, un servicio de microblogging en donde los usuarios registrados ven los mensajes de los otros usuarios, a los que han de seguir, como pequeños titulares (los mensajes tienen un tamaño de 140 caracteres).
La pregunta inicial en la página de inicio es un sencillo ¿Qué pasa? a lo que el usuario deja correr su imaginación con hechos reales, pensamientos internos o simples palabras que quiere transmitir, dentro del parámetro estipulado de letras. Así que el que tenga pensamientos superiores a los 140 caracteres mejor que se abstenga.
Intentando moverme dentro de las diferentes páginas de inicio de diferentes usuarios lo primero que te encuentras es un seguido de frases inconexas, en donde las palabras en color azul acompañadas de símbolos como la almohadilla (#) abundan más que los absurdos Me Gusta de Facebook (pronto aparecerá el post). El sentido de esta comunicación caótica tiene que cobrar forma para los usuarios que siguen dicho Twittero (intentamos introducirnos dentro del argot de Twitter).
Lo más curioso es que no son personas anónimas las que utilizan dicha herramienta. Personajes famosos, tanto del mundo del cine, la música, la televisión... utilizan Twitter. Estos son llamados Twitterati. Personas de gran relevancia que tienen un gran número de seguidores por lo que aparecen, casi siempre, dentro del apartado Temas del Momento. Aunque no sólo personajes famosos aparecen aquí reflejados, un Tema del Momento puede ser cualquier noticia que esté siendo muy comentada.
Principalmente Twitter da la apariencia de ser un encuentro para el debate, el cambio de impresiones, aportar información instantánea de cualquier evento que esté ocurriendo en ese preciso momento y llevar a ello a una gran charla en pequeños comentarios ofrecidos por su, más que amplia, gama de adeptos.
Seguiremos toqueteando e intentando saber que ofrece Twitter y en donde radica su adicción y cuando estemos, realmente, enganchados terminaremos de ofrecer un repaso a lo que aporta esta herramienta al ser humano, que como bien imagino, no aportará absolutamente nada. Como todo.
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