Con la llegada de la época estival las prendas de vestir se reducen, desaparecen ciertas partes de su constitución (principalmente las mangas) y su grosor disminuye de una manera increíble.
No entraré en debate si la proporción precio=cantidad de tela está bien compensada, eso ya lo sabrán de antemano las consumidoras. Si a un hombre le preguntan, nunca dará la respuesta deseada (¿Te gusta esta camiseta? --> miramos la etiqueta = ¡¡colapso!!).
Como bien hemos dicho antes, todas las prendas de vestir se reducen desmesuradamente, provocando ciertos tropiezos y choques entre la población masculina (¿qué le podemos hacer? somos así). Pero si es cierto que hay una parte de la anatomía femenina que en los últimos años, que conste que me remito a datos y no a mis dotes como observador, han aumentado considerablemente. Me refiero al tamaño de los senos de la mujer.
Al parecer, cada día, la mujer busca en el retoque, basado en la cirugía estética, su canon de belleza. Allá cada uno con lo que quiera hacer con su cuerpo si así se siente a gusto.
Basándome en una noticia aparecida en el periódico La Vanguardia, "Somos el quinto país del mundo en número de intervenciones y tratamientos estéticos y el primero en Europa".
La primera práctica de cirugía la encontramos en la utilización de la toxina butolínica, comúnmente llamada Bótox, y la segunda es el aumento de pecho. Al parecer la principal causa de utilizar estos tratamientos es la necesidad de "sentirse mejor consigo misma y obtener un aspecto más rejuvenecido y natural". Lo de natural lo dejaremos para otro día.
Y es que no sólo la tendencia del pecho grande está llegando al cuerpo de la mujer, ahora los maniquíes también adoptan esta nueva tendencia. Es por eso que no nos ha de extrañar ver maniquíes en los escaparates de las tiendas de ropa femenina con unos senos extra enormes.
Incluso hubo una noticia, que a mi parecer es una tremenda locura, en la que se explicaba como la discoteca Pachá quería sortear una intervención de cirugía estética para aumentar los pechos de la ganadora. El valor de la intervención era de 4.500€.
Ya no sólo se trata de ir a bailar y tomarte unas copas, además te regalan el cambio de look.
Que mi intención a la hora de escribir esto no es estar en contra ni juzgar a nadie, como ya he dicho anteriormente: allá cada uno con su cuerpo y su dinero, no seré yo quien diga nada. Pero si que sería interesante que a partir de ahora vayan proporcionando sensores para los transeúntes masculinos, sensores de estos que llevan los vehículos que avisan con un pitido cuando te acercas demasiado al vehículo aparcado detrás tuyo. Seguro que más de una intervención estética de tabique nasal nos evitaremos, todo debido al trompazo al perder la concentración por contemplar tan opulento paisaje.
Jejejejejejeje... ahí queda dicho.
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