¡Feliz Navidad a todos!
Ya tenemos las fiestas casi listas. Ya hemos empezado con esas comidas que dejan a uno con una sobredosis de alimentación que no es normal, con comas dulces a base de polvorones y turrones y con un riego automático de alcohol en vena que, como es sólo una vez al año, nuestro hígado no agradece nada.
Este año la crisis no ayudó mucho a que las fiestas fueran mucho más pertenecientes a las tarjetas de crédito. ¿O sí?
La verdad es que los centros comerciales están a rebosar, la gente carga paquetes y paquetes y los restaurantes tienen colas de varias decenas de minutos de espera. Pero no tenemos dinero.
Yo supongo que habrá mucha gente que lo estará pasando realmente mal y yo, por estos, si me quito el sombrero cada vez que consiguen lidiar con los pagos y las deudas y seguir para adelante como auténticos luchadores.
Ahora... esos llorones de tres al cuarto que sólo saben quejarse, que siempre pretenden dar lástima, que sólo llaman la atención de los demás para contar lo desgraciados que son pero que cargan bolsas de compras navideñas con cosas realmente inútiles, que compran a sus hijos las últimas vídeoconsolas porque, ¡pobrecitos!, no van a ser menos que sus compañeros y que las gambas se las comen de cuatro en cuatro en una terraza de cualquier bar con la mesa llena de cervezas... a estos ¡Idos a la mierda!
Yo cogía a toda esta gentuza y los hacía llorar de verdad. Hostia viene, hostia va. ¿Te gusta mamar cerverza? Ven, que te la voy a dar de beber por otro orificio que no será el de la boca.
¡Diós, que asco!
Conozco alguno de mi pueblo que es realmente increíble.
Hay una pareja que tiene una niña que ya han sido desahuciados varias veces. Yo no tengo nada que decir ahí. Oye, pobre gente. Se metieron en algo que no podían pagar pero como el banco les daba el dinero pues ellos lo cogían.
Esta es otra pelea que tengo habitualmente. ¿La culpa de que la gente no pueda pagar sus hipotecas es de los bancos o de la gente? Yo tengo mi propia opinión al respecto pero me la callaré, aunque creo que la gente es gilipollas si no se dieron cuenta que con una hipoteca creciente de 1.000 euros con un suelo al 3,5 pensaban que podrían estar pagándola siempre. Pero esa es mi humilde opinión que me guardaré.
Volviendo a la pareja... son la pena del pueblo, es una lástima. Montemos plataformas para parar su desahucio, llamemos a la prensa, que salgan en la tele. ¡Qué lástima de familia!
Ahora bien, ¿dónde coño está esa plataforma, esos medios de comunicación, esa tele para mostrar que se pegan toda la tarde sentados en una terraza, poniéndose hasta el culo de cerveza (ella y él), la niña hasta las tantas por la calle... ¡Joder! Si no tienes dinero te quedas en tu puñetera casa, ¡no me jodas!
Pero el malo seré yo por no consentir que la gente olvide sus penas en el bar, viendo el fútbol (con la roja conseguiremos salir de esta) y quejándose cada vez que hay una manifestación y hay algún altercado. Ahora, si se consigue algo... ¡De puta madre para ellos!
¡A TOMAR POR CULO!
Y sí, me indigno. Y sí, me cabreo. Y sí, me cago en todas las mulas y bueyes que no habían en el belén porque Benedicto XVI lo ha dicho. Eso sí, a mi Caganer que no lo toque nadie que hace lo que deberíamos hacer todos... ¡cagarnos en esta mierda de sistema que nos ha tocado vivir!
Eso sí, disfrutar de los días que nos quedan de fiestas que el 2013 dicen que será jodido pero tendremos mucha liga y cervezas por delante.
¡Felices Fiestas y un próspero año nuevo!